Otra denuncia de abuso policial en Córdoba. Gisel Molina contó lo que vivió esa noche, cuando trabajaba repartiendo en Nueva Córdoba, con los efectivos en Arriba Córdoba.
Todo ocurrió cuando Gisel fue a entregar un pedido en un departamento y dejó su moto estacionada en la vereda. Al regresar, asegura que había dos agentes que le preguntaron qué estaba haciendo. “Le dije que entregando comida. Saco el teléfono y me dice que lo guarde y me patea la moto”, contó.
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Sin embargo, la mujer pudo grabar unas imágenes que hoy son pruebas de la denuncia penal. "Él (agente) llama a la Policía y me tira la moto al suelo con violencia y todo el tiempo me decía que me quedara ahí. Después llegaron 8 policías más”, explicó. Y agregó: “Tenía mis documentos personales pero no los papeles de la moto”.
Gisela quedó imputada por resistencia autoridad y lesiones. “Pienso que esto no tiene que pasar. Para mi es agobiante. Estoy mal psicológicamente, salgo con miedo y no estoy bien”. Además, la joven explicó que su moto sigue secuestrada y no puedo trabajar porque es su única herramienta de trabajo.
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“La denuncia tiene por objetivo que se investiguen los delitos de abuso de autoridad, violación a los deberes de funcionario público, falso testimonio calificado y privación abusiva de la libertad calificada”, sostuvo el abogado Carlos Nayi.
Y explicó: “Detuvieron ilegalmente a una persona que estaba cumpliendo con un trabajo. Y si había una infracción, correspondía labrar el acta respectiva y secuestrar la moto”.