En sus cerros Los Comechingones dejaron su mirada del mundo, en sus pueblos se gestaron revueltas, se vivieron hitos históricos, se cambió el curso de un país.
En medio de todo eso aun hoy hay un pueblo que sigue siendo fiel testigo de cada uno de esos momentos y está abierto a mostrarlo, para quien quiera asomarse a ver: Villa Tulumba.
A 150 km al norte de la Ciudad de Córdoba podemos sumergirnos en un pueblo sin tiempo, una parte indivisible de la historia de la provincia, del país y de Latinoamérica.
+ VIDEO: Un paseo por Villa Tulumba:
Ligada desde siempre su historia con la Iglesia, la España virreinal y la América independiente, su primera capilla (hoy pueden visitarse sus ruinas) data del S XVII, su Catedral tardo 10 años en construirse y en su interior se venera la antigua imagen de la patrona de Villa Tulumba: la Virgen del Rosario, llegada a Córdoba en 1592 y otras curiosidades como el Cristo articulado de rostro mestizo y un antiguo tabernáculo tallado en madera realizado por los pueblos originarios de las misiones del Guayrá para los Jesuitas de Córdoba, que estuvo en la Catedral de la Ciudad para ser llevado en 1803 a Villa Tulumba.
Y en ese mismo año 1803 fue declarada Villa Real por el Rey Carlos IV. Hoy llegar a este pueblo del norte cordobés es adentrarse en un lugar mágico que está de alguna forma detenido en el tiempo.
Las "cuatro esquinas", edificaciones originales que siguen en pie y en uso, el Museo de la Policía, interesante y curioso, el Centro de Interpretación del Camino Real (del que Villa Tulumba fue una parte central), la escuela inicial que data de1816, sus parajes y arroyos, las palmas, el viento cálido, la sonrisa y la amabilidad de su gente, la cocina tradicional y mucho, mucho más la hacen un lugar para conocer.
Para más información, contactar y seguir a @tulumbaturismo.