Una mujer de 74 años fue víctima de una violación en su domicilio en la localidad de Río Piedras, en la provincia de Salta. El violador, imputado por la Justicia, sometió a la mujer con un arma blanca para robarle dinero y el celular. La policía lo descubrió porque sonó el teléfono móvil en una casa colindante, donde alquilaba el acusado.
El hecho sucedió el pasado 29 de noviembre en la vivienda de la víctima. El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, imputó al hombre de 40 años, acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por causar grave daño en la salud y por el uso de armas, robo doblemente calificado por causar lesiones y por el uso de armas. El violador aprovechó su estado de vulnerabilidad e indefensión por la edad de la mujer.
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La víctima presentaba lesiones de consideración en distintas partes del cuerpo, en especial en la cara. También tenía manchas de sangre en las prendas de vestir. La mujer, en estado de shock, solo pudo señalar hacia el patio del inmueble, pero el agresor ya había escapado.
Luego, la víctima pudo relatar que un hombre ingresó a su casa y la sorprendió cuando dormía. Contó que el agresor tenía un trapo en la cabeza, por lo que no pudo ver su rostro y que le propinó varios golpes en el cuerpo, a la vez que la amenazó de muerte con un cuchillo si no le entregaba todo el dinero. Tras esto, relató que el agresor la sometió sexualmente y se fue.
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La mujer, que vive sola, manifestó que tiene dos inquilinos: uno al costado de su casa y otro, en el sector del fondo. Al llamar a la puerta del inquilino del lado, abrió un hombre que sostuvo que “no vio ni escuchó nada”. Sin embargo, a simple vista se evidenciada su estado de ebriedad o efectos de alguna sustancia estupefaciente, la cara colorada y hematomas en el cuello.
Cuando insistieron si había visto o escuchado algo que le llamara la atención, el imputado se puso nervioso y dijo que se había quedado dormido, que no sabía nada y que había estado bebiendo cerveza junto a un amigo. En ese momento, la víctima llamó a su teléfono celular robado y el tono de llamada que reconoció provino desde la casa que alquilaba al imputado.