Era la madrugada del sábado 23 de noviembre. En el Parque Fitozoológico Tatú Carreta de Córdoba ya estaba todo listo para recibir a Yastay, el primer ejemplar de cóndor nacido en cautiverio. Se trata de un hecho histórico, emocionante y muy esperado.
Su nombre se debe a un ser mítico que significa “protector de los cazadores”. Porque la historia detrás de este pequeño ejemplar deja entrever el daño que el hombre es capaz de causar en la vida silvestre.
El padre cóndor apareció en la zona de las Altas Cumbres en 2012. Su ala derecha estaba dañada por un tiro de escopeta. Por este hecho, debió ser amputado. En 2016 llegó a la reserva para que la especia pueda reproducirse.
La mamá cóndor de Yastay –proveniente de la provincia de San Juan- también sufrió una herida de arma de fuego en una de las alas. Ninguno de los dos podrá volver a volar ni enseñarle a su pequeña cría el significado de la libertad.
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Desde hace muchos años, el parque Tatú Carreta trabaja en la rehabilitación de distintas especies silvestres, poniendo especial énfasis en las grandes aves. Desarrolla un proyecto conjunto con la Fundación Bioandina y la Universidad Católica de Córdoba.
Agradecimientos expeciales a: Javier Álvarez (encargado de la reserva), María del Rosario Ahumada (médica veterinaria) y a Lucila Castro (bióloga) por el apoyo logístico de las imágenes.