El joven tenía 18 años. Fue con sus amigos a ver un partido de fútbol y lo asesinaron de un balazo en la cabeza. Dos delincuentes llegan al banquillo de los acusados.
La pequeña es electrodependiente y no puede sobrevivir sin la mochila. La mujer está postrada. Su otra hija, que las cuida, compartió su dolor e indignación en Arriba Córdoba.