El animal fue encontrado vivo en un basural de Río Tercero. El dueño contó que el perro sufría convulsiones y aseguró que lo dieron por muerto porque no reaccionaba.
El 30 de julio, a la noche, recibí una llamada: “Mañana no venís a trabajar y te vas a hacer el hisopado porque tu compañero de trabajo, el camarógrafo, es COVID positivo".