El entrenador está preso con su hijo en Niza. Un mail fue clave para iniciar la investigación. Estaba a punto de dejar su cargo en el club parisino, que ya le había comunicado su salida.
El más chico de los Messi ingresó al campo de juego con un largo yeso que cubría su brazo izquierdo. La imagen causó misterio en el último partido que jugó la Pulga en París.