Estamos cansados de correr todo el tiempo, la presión en el trabajo y las obligaciones del día a día nos hacen llegar a la necesidad de querer frenar para “tomar un respiro”. Necesitamos "recargar energías", es una inversión sin lugar a dudas, si no lo hacemos el cuerpo después nos pasa factura.
El estrés, la diaria, el hecho de llegar a fin de mes con lo justo y un sin fin de cosas nos llevan a recordar la frase sabia de las abuelas “que nada te quite lo bailado” y cortar el año con pequeñas escapadas para descansar es la clave. Conocé de qué se trata la #ExperienciaEl44.