Hacía calor y se aventuraron a refrescarse. Pero la idea era realmente peligrosa. Dos amigos se subieron a la estructura de un puente con el objetivo de tirarse al río Mendoza. Sin embargo, nada salió como lo habían planeado.
Uno de los jóvenes se arrojó de panza y el ruido al impactar su cuerpo con el agua se sintió con fuerza. Su compañero intentó hacer lo mismo, pero perdió el equilibrio y cayó a la calle. Afortunadamente no pasaban autos.
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“¡Qué panzazo!”, se escuchó a una mujer al ver la tremenda caída del primero. Y a los pocos segundos todos los presentes comenzaron a gritar desesperados al ver que el otro joven se dio un tremendo golpe en el asfalto.
Según informó Diario Uno, ocurrió el pasado domingo en el puente que une Palmira (San Martín) con San Roque (Mendoza).
De acuerdo a lo que reportó el mismo medio, estos hechos imprudentes se repiten desde que inició el verano. La preocupación se centra en el peligro que implica sumergirse al río con el aumento en el caudal ante la apertura de compuertas del dique Potrerillos.