Apenas 18 kilómetros. Esta era la distancia que tenía que recorrer a bordo de una Ferrari un joven de 24 años en Alemania. Sus jefes le habían encargado trasladar el lujoso vehículo desde la concesionaria hasta una exhibición pero nunca llegó: chocó en el trayecto y el auto quedó destrozado.
La F40 era un modelo de 1990 de colección, completamente restaurado. Estiman que tenía un valor aproximado de 3 millones de euros.
Minutos después de salir del local, el chico ingresó a un túnel y allí perdió el control. Impactó con una de las paredes y todo el exterior de la máquina quedó arruinado.
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De momento, las autoridades no han podido determinar si el conductor circulaba por encima del límite de velocidad o si el siniestro fue provocado por un desperfecto técnico. Los resultados de las pericias se darán a conocer en las próximas horas.
Aunque la Ferrari resultó muy dañada desde la concesionaria aseguraron que podrán repararla. Aunque prefirieron no hablar de los costos que tendrán que asumir para volver a ponerla en funcionamiento.