Una insólita situación se dio en una zona rural de Francia: un grado de una escuela estaba por cerrar y decidieron registrar a cuatro ovejas como alumnas para no quedarse sin clases.
En algunos sectores con poca población del país europeo se dan este tipo de problemas educativos debido a que los habitantes se mudan a las grandes ciudades. En este caso, las ciudades de Nitting, de 500 ciudadanos, Voyer, con 453, y Hermelange, con 214, cerca del límite con Alemania, comparten la misma institución.
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Para mantener las clases en los cinco cursos que dictan en ese colegio, el Ministerio de Educación de Francia les exige 98 alumnos pero entre las tres localidades solo llegaban a 94. Es por eso que decidieron tomar una drástica pero llamativa decisión: inscribieron a cuatro ovejas de un campo vecino que pertenecían a un pastor.
Lo más curioso no fue que los animales terminaron escolarizados, sino que fueron inscritos con sus nombres verdaderos que son John Deere, Valériane Deschamps, Phil Tondus y Marguerite Duprès. Terminaron siendo compañeros de grado de los hijos de su dueño según publicó el medio local RTL.
“Ellos (por los inspectores académicos) ya cuentan a nuestros hijos como ovejas, así que llegamos al extremo del absurdo y matriculamos a las cuatro ovejas que faltaban para tener suficientes niños y empezar el nuevo curso”, expresó la mamá de dos nenes. Uno de sus hijos de 4 años aseguró que “es genial tener nuevas compañeras para que no cierren las clases”.
Para evitar que el Ministerio de Educación nacional reclamara, el pastor y su esposa se hicieron cargo de las ovejas anotándose como progenitores, con sus direcciones y fechas de nacimiento.
Llamativamente las autoridades no hicieron ningún tipo de reclamo y aceptaron a las cuatro ovejas como estudiantes. Incluso desde el colegio las recibieron con carteles de bienvenida y adaptaron un espacio para ellas.