Tener el celular en silencio es una práctica muy común entre las personas. Aunque muchos señalarían que se trata de una práctica despreocupada, que alienta situaciones como perder una llamada o responder tarde mensajes urgentes, diversos estudios caen en conclusiones opuestas.
Trabajos de psicología sugieren que este comportamiento se vincula a una serie de rasgos relacionados al manejo del espacio personal, el tiempo y la interacción con otros.
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A partir de ahí, surge una lista de siete rasgos comunes que los expertos sostienen sobre las personas que tienen el celular silenciado.
- Valoran su espacio personal: suelen tener un fuerte sentido de respeto por su espacio personal. Esto no significa que sean antisociales, sino que desean controlar cuándo y cómo interactúan con su entorno. Evitan ser interrumpidos por notificaciones o llamadas, para concentrarse en lo que están haciendo sin distracciones. Esto refleja una necesidad de preservar su autonomía.
- Son buenos administrando su tiempo: al no estar interrumpidos todo el tiempo por notificaciones, estas personas pueden enfocarse mejor en las tareas que están haciendo. Es común que establezcan bloques de tiempo para revisar su teléfono, lo que les permite completar sus responsabilidades sin distracciones.
- Son más atentos: indica atención plena, de acuerdo al estudio La mera presencia de tu smartphone reduce el poder del cerebro. Estas personas intentan estar presentes en cada momento y mantienen la concentración.
- Están menos estresados: las notificaciones pueden generar ansiedad, ya que cada pitido o vibración puede generar una sensación de urgencia. Al mantener el control sobre los momentos de uso de celular, estas personas reducen el nivel de estrés que proviene de las interrupciones frecuentes.
- Valoran las conexiones significativas: demuestran su compromiso de estar presentes con quienes los rodean. Este comportamiento sugiere que priorizan la calidad de sus relaciones por encima de las interacciones digitales.
- Son más productivos: pueden concentrarse por períodos más largos en sus tareas. Una investigación de la Universidad de California Irvine concluyó que toma poco más de 23 minutos en volver a la tarea después de una interrupción.
- Son conscientes de sí mismos: reconocen el impacto que el ruido constante y las distracciones pueden tener en su bienestar y productividad. Además, demuestran una fuerte capacidad de autoconocimiento, ya que comprenden sus propias necesidades y establecen límites para proteger su espacio personal.