José había salido a pasear sus perros y detuvo su marcha para presenciar un espectáculo cada vez más raro: un picado entre chicos en un potrero embarrado. Conmovido por la escena no dudó en grabar a seis pibes que corrían detrás de la pelota como si su vida dependiera de ello.
En cuero, descalzos y despreocupados por algún posterior regaño de sus padres, el sexteto chapoteaba como loco mientras de fondo se veía la frenética marcha de los autos pasando por la Circunvalación.
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“De la tierra de los campeones del mundo”, reza la inscripción que subió José junto al video a sus historias de Instagram. En diálogo con ElDoce.tv, el autor de la obra de arte que podría nombrarse como “Potrero embarrado, óleo sobre lienzo” contó la historia detrás de las imágenes.
“Lo filmé ayer a la tarde. Es una plaza de acá del barrio Chacras del Norte que sirve como pileta de contención y de desagüe del barrio. Se formó una laguna ahí y como los chicos suelen jugar ahí se embarraron hasta los moños”, explicó.
En épocas en las que los potreros son una especie en extinción debido al crecimiento edilicio en los barrios y a la inseguridad que lleva a que los chicos jueguen en canchitas privadas, el video generó nostalgia en José.
“Se me vino el recuerdo de cuando era chico, olvidate. Fue volver por un instante a la niñez. Tengo 43 y soy papá de un nene de dos. Pensé: “La p... madre, eso era ser feliz y no otra cosa”, concluyó. De todos los idiomas decidió hablar con la verdad.