Un verdadero desastre ocurrió en un vuelo que viajaba desde Lisboa hacia las Islas Azores luego de que 130 hámsters se escaparan de sus jaulas y esparcieran por toda la bodega. El drama ocurrió en un avión de la aerolínea portuguesa TAP y se generó un riesgo extremo porque los roedores podían comer cables eléctricos.
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De acuerdo a lo que precisó el medio Correio da Manha, se trataba de un envío para una veterinaria que también incluía hurones y pájaros. Cuando el Airbus 320 aterrizó en el archipiélago los trabajadores abrieron la bodega para retirar las valijas y se dieron con que muchas jaulas estaban abiertas y vacías.
Los 130 hámsters caminaban por todos lados y no podían atraparlos. La situación demoró la salida del avión de regreso a Lisboa debido a que era inviable volar con los animales sueltos por la bodega.
Según fuentes policiales que hablaron con el medio mencionado, el traslado había sido aceptado por TAP luego de que otra línea aérea lo rechazara por no cumplir “los estándares aceptados”.