“Para mí personalmente, es increíble”, comentó el asesor senior en Ciencias Marinas, Anton Van Helden. Se trata de la ballena diente de sable que fue conservada para que la comunidad científica pueda descifrar el misterio de la más rara del mundo y distinguirla de otras especies de zífilos.
Nueva Zelanda, lugar dónde apareció muerto un ejemplar en el mes de julio, es el punto de encuentro para el estudio. “No puedo decirles lo extraordinario que es”, afirmó Anton. La idea es investigar dónde viven las ballenas, por qué nunca han sido avistadas en estado salvaje y cómo son sus cerebros, entre otros aspectos.
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Vale destacar que jamás se vio con vida una de estas ballenas. “Puede haber parásitos completamente nuevos para la ciencia que sólo viven en esta ballena”, dijo van Helden. También quieren conocer qué sonidos produce esta especie y qué come. “¿Quién sabe qué descubriremos?”, expresó el científico.
Así las cosas, en los próximos días los investigadores estudiarán a este ejemplar macho de 5 metros de largo para develar muchos misterios. Es la séptima ballena de esta especie que aparece.
Vale recordar que el mencionado país de Oceanía es un punto caliente para el varamiento de ballenas. En total tiene 5.000 episodios registrados desde 1840, según el Departamento de Conservación.