Los argentinos Alejandro Montagna y Marcelo Vives son acreedores del salto nocturno más alto de la historia. Se lanzaron desde la estratósfera, recorrieron 13.060 metros y aterrizaron. Tras 16 semanas de verificación ingresaron al Guiness World Records.
El hito tuvo lugar en la ciudad de Memphis, Estados Unidos, el pasado 8 de septiembre. Para tomar dimensión del salto, durante el mismo los paracaidistas alcanzaron una velocidad de 300 kilómetros por hora como producto de la gravedad y se expusieron a temperaturas de -60° C con una sensación térmica de -100° C.
+ VIDEO: El momento del espectacular salto
“La realidad es que fue sólo otro salto más. Jamás podría estar en una mina bajo tierra pero la altura me genera placer”, comento en diálogo con Telenoche Vives quien ya ha pasado por más de 4500 prácticas de paracaidismo. Montagna, en cambio remarcó el valor de superar el pánico inicial para encontrar el disfrute. “Las cosas más lindas de la vida están al otro lado del miedo”.
Vale señalar que el proceso ante Guinness se extendió debido al exhaustivo análisis de las imágenes obtenidas por una cámara instalada en el casco de Marcelo Vives. Los paracaidistas tuvieron que presentar cuatro dispositivos GPS sellados para registrar la altitud y trayectoria del salto, así como fotografías, grabaciones en video y testimonios de testigos presenciales.
+ MIRÁ MÁS: “Vivir del otro lado del miedo”: el relato de los paracaidistas argentinos que rompieron un récord mundial"
Estos testigos, entre ellos Mike Mullins, director de la Asociación de Paracaidismo de los Estados Unidos (USPA, por sus siglas en inglés), observaron el salto tanto desde el avión como en la zona de aterrizaje.
La evaluación fue llevada a cabo por la Federación Internacional de Aviación (FAI) y especialistas de la organización, quienes revisaron cuidadosamente toda la información proporcionada.