Una investigación logró descifrar el misterio detrás de unas diminutas perlas de vidrio halladas en la superficie lunar. Estas muestras, recolectadas por los astronautas del Apolo 17 en 1972 revelaron datos clave de hace más de 3.000 millones de años sobre la intensa actividad volcánica que tuvo lugar en la Luna
Estas esferas de vidrio, de menos de un milímetro de diámetro, se formaron a partir de material volcánico expulsado desde el interior lunar que se enfrió rápidamente en el vacío del espacio. Según los científicos, estas perlas actúan como cápsulas del tiempo que conservan información intacta sobre las condiciones en las que se formaron.
El análisis, publicado en la revista Icarus y liderado por científicos de la Universidad de Brown (Rhode Island), permitió examinar las perlas sin dañarlas gracias al uso de tecnologías avanzadas. “Son algunas de las muestras extraterrestres más asombrosas que tenemos”, señaló Ryan Ogliore, profesor de física de la Universidad de Washington en San Luis.
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Vale aclarar que estas esferas de vidrio se originaron durante erupciones explosivas ocurridas entre 3.300 y 3.600 millones de años atrás. Debido a la ausencia de atmósfera en la Luna, el material fundido se solidificó de forma inmediata y creó estas perlas naranjas y negras, cada una con características químicas únicas.