En pleno corazón de Mendoza, un pato domesticado generó una inesperada discusión pública. Vivía junto a su dueña en una florería céntrica de Mendoza, donde era conocido y querido por muchos. Pero una denuncia por conductas agresivas cambió su destino y lo obligó a dejar el lugar.
El ave, conocida como Juan, era parte habitual de la vida del centro mendocino. Durante años acompañó a su cuidadora, Margarita, entre flores y caminatas diarias. Sin embargo, una queja formal por supuestos ataques a mascotas derivó en su traslado.
+ VIDEO: El pato Juan en la florería céntrica de mendoza

La medida generó una fuerte reacción entre vecinos y turistas, quienes iniciaron una campaña para revertirla. En pocos días, se juntaron más de 7.000 firmas para pedir su regreso. El caso incluso atrajo la atención de un abogado especializado en derechos animales.
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Las autoridades argumentaron que el espacio público no es apropiado para animales sin supervisión. Además, señalaron que la seguridad y convivencia de todos los vecinos debe estar garantizada. Por eso, propusieron trasladar al pato a un entorno más seguro.
Ahora Juan vive en un corral en las afueras de la ciudad, lejos del ruido que tanto disfrutaba. Su dueña afirmó a medios locales que el pato no se adapta bien a su nueva realidad y extraña su vida anterior. El pedido legal para que vuelva a la florería está en marcha.