Cada 13 de agosto, desde 1992, se conmemora el Día Internacional del Zurdo. La fecha no solo reconoce a quienes utilizan la mano izquierda para sus actividades diarias, sino que también busca promover la investigación sobre este grupo minoritario, históricamente incomprendido y, en muchos casos, discriminado. Se estima que el 10,6% de la población mundial —más de 800 millones de personas— es zurda.
El predominio de la mano izquierda está determinado por factores biológicos y genéticos. El hemisferio derecho del cerebro controla la mano izquierda, y en los zurdos este hemisferio suele mostrar mayor protagonismo. Sin embargo, existe un fenómeno particular que desafía esta regla: la lateralidad cruzada.

¿Qué es la lateralidad cruzada?
Se trata de la preferencia inconsistente en el uso de las extremidades y sentidos de un mismo lado del cuerpo. En lugar de tener una dominancia homogénea —mano, pie, ojo y oído dominantes en el mismo lado—, la persona con lateralidad cruzada mezcla usos: por ejemplo, zurdo de mano pero diestro de pie, o diestro de mano y zurdo de ojo.
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Aproximadamente el 25% de la población presenta este patrón, generalmente por causas genéticas, aunque en algunos casos puede estar asociado a enfermedades neurológicas. Los especialistas aclaran que no existe evidencia de que la lateralidad cruzada cause dificultades de aprendizaje.
La definición de la lateralidad ocurre gradualmente: un bebé puede usar indistintamente ambas manos, pero hacia los 5 o 6 años debería poder identificar izquierda y derecha, y a los 7 u 8 años reconocer estas direcciones también en el espacio.
Casos famosos
El fenómeno es más común de lo que parece entre grandes deportistas. Lionel Messi y Diego Maradona, dos de los mejores futbolistas zurdos de la historia, escriben y juegan al tenis con la mano derecha.

En el básquet, Emanuel Ginóbili brilló con la zurda en un deporte dominado por diestros. LeBron James, en cambio, es zurdo para todo salvo para lanzar al aro, algo que adoptó por imitación a Michael Jordan. “No tengo la menor idea de por qué tiro con la derecha siendo zurdo, pero probablemente sea por Michael Jordan”, confesó en una entrevista en 2017.
En el tenis, Rafael Nadal también es un ejemplo llamativo: jugaba y ganaba títulos con la mano izquierda, pero al final de los partidos firmaba autógrafos con la derecha.