Las manchas difíciles como vino tinto, café, aceite o pasto suelen resistir a los lavados comunes. Sin embargo, existe una mezcla casera sencilla que puede convertirse en tu mejor aliada para eliminarlas sin dañar las prendas.
Un producto muy utilizado es la combinación de bicarbonato de sodio y vinagre blanco, dos ingredientes que casi siempre están en casa y que actúan como quitamanchas natural.
Cómo prepararlo
- Mezclá dos cucharadas de bicarbonato de sodio con medio vaso de vinagre blanco. La idea es ir agregando el vinagre de a poco sobre el bicarbonato hasta que se forme una pasta espesa y homogénea, fácil de aplicar sobre la tela.
- Aplicá la pasta directamente sobre la mancha.
- Dejá actuar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la intensidad de la mancha.
- Frotá suavemente con un cepillo de dientes viejo o con la yema de los dedos.
- Enjuagá con agua fría y luego lavá la prenda como de costumbre.
Por qué funciona
El vinagre actúa como desinfectante y disuelve residuos, mientras que el bicarbonato potencia el efecto limpiador y neutraliza olores. Juntos generan una reacción efervescente que ayuda a levantar la suciedad incrustada en las fibras.
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Este truco es especialmente útil para manchas de café, vino, salsa o transpiración, aunque también puede ayudar en casos de aceite si se repite más de una vez. Mantener a mano este recurso casero puede salvar tu ropa favorita sin necesidad de recurrir a productos químicos más agresivos.