En el Día Internacional del Café, surgen dudas sobre los dos tipos más comunes que se consumen en Argentina: el café torrado o el tostado. ¿Cuál conviene más? ¿Cuál es más saludable? ¿Uno es más beneficioso que otro?
Vanesa Birri, licenciada en Nutrición (MP 2304), explicó a El Doce cuáles son las diferencias entre ambos tipos y por qué una de ellas no es recomendable.
Torrado vs. tostado
El café torrado es aquel que lleva hasta un 10% de azúcar agregado. Si supera ese porcentaje, ya no puede llamarse café y pasa a figurar como “polvo para preparar infusión de café a base de glucosa con colorante”. Se trata, además, de granos de menor calidad a los que se les añade azúcar para enmascarar el mal sabor. En consecuencia, lo que debería ser una bebida con múltiples beneficios se convierte en un producto de baja calidad, con exceso de azúcar y posibles efectos negativos a nivel intestinal. Por este motivo, está incluso prohibido en algunos países.
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En cambio, el café tostado no contiene azúcar agregada. La especialista recomienda siempre buscar en el envase que figure la leyenda “café tostado 100%” o “café tostado instantáneo”, lo que garantiza que se trata de un producto puro y sin aditivos.
Los beneficios del café
Consumido de manera adecuada, el café puede aportar importantes beneficios para la salud:
- Es rico en antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento.
- La cafeína mejora el rendimiento físico, favoreciendo la resistencia, la fuerza muscular y la velocidad.
- Puede estimular el rendimiento cognitivo y la memoria a corto plazo.
En conclusión, si bien el café puede ser un gran aliado para la salud y el rendimiento, la elección entre torrado y tostado es clave: el tostado es la opción más sana y de mejor calidad. Sus cualidades lo hacen entre tres y cuatro veces más caro que el torrado.