La humedad en los roperos no solo deja un olor desagradable, sino que también puede dañar las prendas, generar moho y manchas difíciles de quitar. Antes de recurrir a costosos productos industriales, hay remedios caseros muy efectivos para mantener los armarios secos y perfumados.
Trucos con productos que tenés en casa
Uno de los métodos más sencillos y populares es colocar tizas escolares dentro del ropero. Absorben la humedad de manera natural y evitan la formación de hongos. Solo hay que agrupar varias con una bandita elástica y colgarlas o colocarlas en las esquinas del mueble.
Otro gran aliado es el bicarbonato de sodio. Colocar un recipiente abierto con dos cucharadas en un estante ayuda a neutralizar la humedad y eliminar los malos olores. Se recomienda cambiarlo cada 20 o 30 días.
+ MIRÁ MÁS: El producto supereconómico y fácil de conseguir para limpiar los pisos y dejarlos brillantes
También se puede usar arroz crudo, que actúa como un potente absorbente. Bastan unas bolsitas de tela con un puñado en su interior para distribuirlas en distintos sectores del ropero.
Perfumar y prevenir
Para mantener la ropa con buen aroma, un truco eficaz es preparar saquitos aromáticos con lavanda seca, cáscaras de naranja o clavo de olor. Además de perfumar, estas hierbas ayudan a mantener alejadas las polillas.
Otra opción práctica es usar carbón vegetal envuelto en papel absorbente o tela fina, ya que además de absorber la humedad elimina los olores fuertes y deja el ambiente más fresco.
Un hábito clave
Por último, conviene airear los roperos al menos una vez por semana. Abrir las puertas durante unas horas permite renovar el aire y evita que la humedad se acumule.
Con estos simples tips, el ropero se mantendrá seco, limpio y con aroma agradable todo el año, sin gastar dinero ni usar productos químicos.