El microondas es uno de los aliados más prácticos del hogar, pero también uno de los que más se ensucian sin que lo notemos. Entre salpicaduras, restos de comida y humedad, puede acumular bacterias y malos olores que terminan afectando la calidad de los alimentos que se calientan allí.
Por eso es recomendable llevar una rutina de mantenimiento que combine limpieza rápida diaria y una desinfección profunda semanal, para eliminar grasa, evitar moho y prolongar la vida útil del aparato. Mantenerlo limpio no solo mejora su funcionamiento sino que también reduce el riesgo de contaminación cruzada y de enfermedades gastrointestinales.
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Estos son algunos métodos caseros efectivos, económicos y naturales que permiten mantener el microondas reluciente sin usar productos químicos agresivos:
Tips caseros
- Vapor con vinagre y limón: en un recipiente apto para microondas, colocá media taza de agua, dos cucharadas de vinagre blanco y el jugo de medio limón. Calentá entre 3 y 5 minutos hasta que se forme vapor. Esperá unos minutos antes de abrir la puerta y pasá un paño limpio. El vapor afloja la grasa y el limón elimina los olores.
- Pasta de bicarbonato para manchas difíciles: mezclá dos cucharadas de bicarbonato con agua hasta formar una pasta espesa. Aplicala sobre las zonas más sucias y dejala actuar unos 10 minutos. Retirá con un paño húmedo. Este método es ideal para restos secos o pegados.
- Secado y ventilación después del uso: luego de calentar comida, dejá la puerta entreabierta unos minutos para que se seque el interior. Esto previene la formación de moho, hongos o malos olores por humedad acumulada.

Frecuencia ideal de limpieza
Los expertos recomiendan limpiar el microondas cada dos o tres días si se usa a diario, y hacer una desinfección completa al menos una vez por semana. También es importante retirar el plato giratorio y lavarlo como un utensilio común, además de repasar el borde de la puerta y las ranuras, donde se acumulan restos invisibles.
Con estos simples cuidados, no solo se mejora la apariencia del microondas: también se protege la salud de toda la familia, asegurando que cada plato salga del horno limpio, libre de bacterias y con mejor sabor.



