Un nuevo sistema de enchufes se perfila como reemplazante de los tradicionales que implican cables e instalaciones complicadas. Se trata de un dispositivo flexible que se puede colocar en paredes, techos y vigas sin necesidad de modificar estructuras de la casa.
Uno de las ventajas de los nuevos enchufes eléctricos es la facilidad de instalación. A diferencia de los enchufes empotrados tradicionales, estos sistemas modulares se fijan a la pared mediante adhesivos de alta resistencia o pequeños tornillos.
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Los cables quedan ocultos en canaletas del mismo color que la pared, para así sumar puntos de corriente de forma rápida, limpia y reversible. Además, su diseño facilita la adaptación a los cambios diarios, ya sea por la reorganización de muebles o simple comodidad.
A la vez, los nuevos enchufes eléctricos tienen sistemas de seguridad avanzados que reducen los riesgos de accidentes domésticos. Muchos modelos incluyen protección infantil, interruptores integrados y mecanismos contra sobrecargas. Estas facilidades evitan el sobrecalentamiento y baja la posibilidad de accidentes eléctricos en el hogar.
Asimismo, destacan por su alto grado de personalización ya que el usuario puede elegir enchufes con puertos USB, variadores de luz o interruptores inalámbricos.



