En Chile, la Navidad tiene un nombre propio y muy particular: allá, diciembre es sinónimo de “Pascua” y Papá Noel se transforma en el querido “Viejito Pascuero”. Esta costumbre, que sorprende a muchos argentinos, está tan arraigada que aparece en saludos, comidas típicas y hasta en la forma de llamar al pan dulce: allá es “pan de pascua”.
Según el creador de contenidos Nicolás Bravo, más conocido como Viejotuber, el uso de la palabra “Pascua” para referirse a la Navidad viene de la influencia española, sobre todo de regiones como Sevilla y Granada. Bravo cuenta que el apodo “Viejo Pascuero” nació en 1905, cuando una figura de Papá Noel en el Bazar Krauss de Santiago llamó la atención de todos.
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Pero la historia no terminó ahí: la tienda decidió contratar a un actor para que personificara al personaje y, desde entonces, la etiqueta de “pascuero” se expandió a otras jugueterías y comercios. Así, tanto el nombre como productos típicos como el pan de pascua se instalaron en la vida cotidiana de los chilenos.
En tanto, el historiador Raúl La Torre, de la Universidad de los Andes, explica que durante la época colonial la Navidad chilena ya tenía características únicas. “Tenía una similitud a las celebraciones de Fiestas Patrias en septiembre”, señaló La Torre, y agregó que la Iglesia impulsó que fuera “más un tiempo de reflexión que un tiempo de celebración”.
Así, la Navidad en Chile se fue diferenciando de otras tradiciones latinoamericanas, mezclando la herencia española con costumbres locales y un toque de creatividad popular. El resultado: una “Pascua” que se vive a su manera, con el “Viejito Pascuero” como gran protagonista y saludos que cruzan todo el país cada diciembre.