El joven cordobés vive hace 8 años en Miami y lleva muy presente su fanatismo por la T. Cambió la patente de su camioneta y le puso "Tallere", y cuando inscribió a su hijo Sebastián pidió que le pongan "V". "La B larga no existe en el diccionario matador", bromeó en diálogo con Seguimos en El Doce.