El árbitro Rodrigo Rivero había avisado: la ejecución de la pena máxima era la última jugada del partido. Dicho y hecho, Matías Godoy remató y Sebastián Moyano le ahogó el grito de gol. Talleres y Unión empataron 2 a 2 y el Matador se fue con el sabor amargo de no haber aprovechado una chance nítida de quedarse con los tres puntos en el final.