El ataque a la sede de Soelsac el día previo al crimen de la joven
Sergio Fittipaldi, secretario del gremio, incriminó a Saillén por el asesinato de Gabriela Pérez en el club Yapeyú y lo responsabilizó por las agresiones al gremio, ubicado en pleno centro de la ciudad de Córdoba. Esto último sucedió el viernes anterior a la trágica balacera.