María Zysman, directora de la ONG Libres de Bullying, explicó que el problema es cuando uno se hace cargo de los agravios recibidos. "Hace falta recuperar, construir una ética digital. Que las cosas estén permitidas porque no hay sanción, no significa que uno las haga. Hay cosas que no se hacen porque dañan y pueden condicionar la vida de otros", argumentó.