“Cuando sacó la guadaña para darle a mi hijo en el cuello lo primero que se me cruzó fue: ‘Acá lo pierdo’. Por eso puse las manos”. Al borde del llanto, Bárbara recordó la pesadilla que acababa de vivir apenas hace unas horas.
En Arriba Córdoba, la mujer contó el violento robo que sufrió junto a su hijo, Lucas, en su casa de Quebrada de las Rosas. Los dos estaban llegando a la vivienda cuando notaron a un ladrón llevándose su ventilador, una máquina para cortar el césped y otras pertenencias.
Desesperados, los persiguieron hasta la rotonda del Jardín Botánico en donde lo interceptaron. Fue en ese instante que la violencia escaló hasta su punto máximo.
El delincuente quiso defenderse con un cuchillo y Lucas, que es Policía retirado, logró desarmarlo. Pero cuando pensó que el peligro había pasado el atacante esgrimió una guadaña. Bárbara intervino, el agresor dejó caer el arma blanca y se dio a la fuga.
+ MIRÁ MÁS: Cargó el arma, amenazó a empleados y robó en 10 segundos
“Nos amenazó de muerte, nos dijo que va a volver y va a tomar serias medidas”, sostuvo la víctima. Y agregó: “Yo acá no estoy segura para nada y lo triste es que la Policía no pasa como tiene que pasar, no controlan”.
Con las manos cortadas
Al momento en el que llegó el móvil de El Doce, Bárbara todavía tenía las heridas abiertas. Justo después del ataque fueron a hacer la denuncia correspondiente a Tribunales pero estuvieron cerca de nueve horas para que se la tomaran.
En ningún momento le ofrecieron asistencia. Recién este martes cerca de las 8, casi 12 horas después de que la hirieron, pudo ir al médico.