La crisis económica que se vive en Argentina se agudiza día a día y ya no hay sector de la sociedad que no se vea impactado por la inflación que avanza sin parar. Ante esta situación, ciertas áreas de la medicina se vieron obligadas a cobrar un copago a los afiliados de obras sociales, gremiales y prepagas.
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Los profesionales de la salud consideran que es la única manera de compensar el deterioro de sus ingresos y hacerle frente a los aumentos de los costos de insumos, mantenimiento de aparatos e incluso costos fijos como alquiler y movilidad.
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Kinesiólogos
María José Verde, presidenta del Colegio de Kinesiólogos de Córdoba, explicó en Noticiero Doce que “al no tener respuesta en la mayoría de las obras sociales” empezaron a implementar el “arancel ético complementario”.
Hasta la semana pasada, ese monto extra que le cobraban a los afiliados era de 4.500 pesos y ahora aumentó a 6 mil pesos.
Médicos
El presidente del Consejo Médico, Héctor Oviedo, sostuvo que hace años que atraviesan una crisis en el sector pero que todo empeoró el año pasado y nada cambió en los meses que van de 2024. Sostuvo que esta situación “no ha hecho otra cosa que empeorar las situaciones económicas de las instituciones y profesionales”.
Detalló que la consulta estaba fijada en 6 mil pesos y la llevarán a 8 mil pesos desde marzo y a 12 mil pesos la de especialista. Argumentó que los insumos y las herramientas “han aumentado escandalosamente” porque tuvieron una “inflación en dólares”. “Nos sale mucho más caro sostener y no se puede si no hay una verdadera vocación del Estado en intervenir y hacer que los financiadores del sistema abonen como se debe”, sentenció.
Bioquímicos
Por su parte, Carlos Navarro, presidente de la Federación de Bioquímicos de Córdoba, señaló que los proveedores aplicaron “aumentos desmedidos” y esto los llevó a “implementar un cobro de forma inmediata porque era una de las únicas maneras de reponer los insumos necesarios para desarrollar la actividad”.
Reveló que una caja de agujas pasó de costar 3 mil a oscilar entre 15, 20 o 25 mil pesos y remarcó que a eso deben sumarle el valor de las jeringas, descartables, de los activos y el mantenimiento de aparatología.
Por eso, solo el afiliado de aquella obra social, gremial y prepaga que acepte el nuevo valor en 690 pesos es atendido sin pagar absolutamente nada.
“Más que el cierre del laboratorio, lo que ocurre es que el laboratorio se ve en la imposibilidad de reponer esos insumos y deja de hacer algún tipo de práctica”, lamentó.