Los robos de cables se volvieron moneda corriente, en algunos casos con resultados mortales para los ladrones. Esta ola delictiva que afecta a distintos puntos del país también está a la orden del día en Córdoba.
Este martes en la ciudad hubo dos allanamientos en los que la Policía secuestró material por más de medio millón de pesos. Los procedimientos se realizaron en locales de compraventa de metales en los barrios Villa Azalais y Nueva Italia.
En ambos casos los propietarios no contaban con la documentación requerida por los efectivos y los investigadores suponen que lo incautado es parte de los actos vandálicos que en algunos casos ocasionaron apagones en la capital.
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Fuentes policiales confirmaron en Villa Azalais el decomiso de 13 kilos de bronce valuado en 40.300 pesos, 125 kilos de cables de bronce pelados y quemados por un valor de 765.000 pesos y un manojo de 27 kilos de cables completos valuado en 41.250 pesos.
Lo secuestrado alcanzó un valor total de 846.550 de pesos, según detallaron fuentes policiales que también mencionaron una balanza entre los elementos incautados.
El responsable del comercio, un hombre de 34 años, fue notificado por infracción al artículo 112 del Código de Convivencia Ciudadana de Córdoba.
La normativa provincial sanciona con trabajo comunitario, multa o arresto de tres días para “los propietarios o encargados de negocios de compraventa de cosas muebles usadas que no llevaren el Registro General de los bienes adquiridos y Registros Especiales, cuando se tratare de metales y piedras preciosas, joyas, autopartes, aparatos de electrónica, electrodomésticos y cualquier otro que disponga el Poder Ejecutivo”.
Nueva Italia
En Telenoche, el comisario inspector José Ponce de León confirmó otro allanamiento por la misma situación en Nueva Italia, adonde incautaron unos 300 kilos de cables.
Allí detuvieron a un hombre de 53 años por infringir el Código de Convivencia y quedó a disposición de la Justicia.
Ponce de León indicó que los operativos apuntan a revisar si los lugares dedicados a la compraventa de metales tienen el libro de registro de lo adquirido.
“En el caso de que haya irregularidades se procede al secuestro y la aprehensión del propietario del local”, advirtió el jefe policial.