Empleados de una concesionaria de autos de Chaco encontraron en el baño a un bebé recién nacido. Según denunciaron, todo surgió por el parto espontáneo de una joven de 20 años que había llegado para comprar un vehículo.
La criatura murió este viernes después de haber sido internado en un hospital de la ciudad de Resistencia. La Justicia ordenó la autopsia y trabajan para determinar responsabilidades en la causa.
El hecho que conmocionó a la capital chaqueña se produjo el miércoles cuando una joven llegó con su padre y una tía, todos de la provincia de Santa Fe. Pagaron la totalidad de un auto y completaron los papeles para llevárselo. La llamativa situación ocurrió cuando la chica pidió pasar al baño.
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Una vez que salió, los empleados de la concesionaria encontraron al bebé en un cajón de escritorio, reveló Diario Chaco. De inmediato llamaron a la Policía, mientras la familia quería irse en el vehículo recién comprado.
Los servicios de emergencia le practicaron reanimación cardiopulmonar (RCP) y dispusieron el traslado del niño al Hospital Perrando donde falleció 48 horas después. Los médicos advirtieron que el bebé era “prematuro extremo” por lo que estuvo internado en el servicio de neonatología.
Por otra parte, la joven sufrió una descompensación y también debieron internarla. Si bien declaró que no era la madre, los estudios solicitados determinaron lo contrario. La fiscalía de Resistencia espera resultados de las pericias para avanzar con la causa.
Qué dijo el padre
El padre de la joven aseguró que ni él ni la madre de la chica sabían del embarazo. “Mi hija estaba muy shockeada en una situación así, de lo que estaba viviendo como una adolescente de 20 años que da a luz en el baño”, declaró a la prensa a chaqueña.
“Nosotros llegamos a la concesionaria, estábamos ahí haciendo los trámites, ella pidió permiso para pasar al baño, demoró un rato, salió y se sentó a mi lado un ratito y después se empezó a sentir mal”, relató.
Sobre el desconocimiento en la familia, aseguró que “ella tenía una vida normal, el físico normal, no se le notaba en la panza”. Y continuó: “No nos dimos cuenta de nada, no sabíamos, porque si sabíamos tomábamos otra medida. Lógico, una adolescente de 20 años, primeriza, tiene que tener un control”.