Fue una emboscada salvaje en la madrugada. Todavía no había amanecido y las calles estaban oscuras. Dos jóvenes de 18 años que regresaban a sus casas fueron víctimas de un ataque piraña en la esquina de Bartolomé Valero y Avenida Juan XXIII, en barrio Talleres Este.
Una cámara de seguridad registró el momento en que tiraron al suelo a uno de los chicos y lo golpearon sin piedad para robarle el celular y la billetera. Al menos cinco personas lo agredieron, mientras que los otros cinco cómplices atacaron a su amigo a pocos metros.
+ VIDEO: Las cámaras de seguridad registraron el brutal ataque piraña
Liz, la mamá del joven golpeado que aparece en escena, contó en El Show del Lagarto que el hecho sucedió a tres cuadras de su casa. “Se cruzó con esta banda de delincuentes, los vieron caminando solos y le hicieron una emboscada. Cinco le aparecieron de frente y otros cinco de atrás. Al verlos salen corriendo y mi hijo cae”, relató.
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Fue en ese instante en que los pirañas “lo agarran a patadas, lo golpean y lo quieren cortar con algo”. Su hijo alcanzó a hacer para atrás y lo rasparon provocándole una herida superficial. Según describió la mujer, aún tiene las secuelas de la agresión: “Está golpeado, con marcas, con la boca hinchada, tiene algunos hematomas en la cabeza, pero hay que decir que bien”.
+ VIDEO: El relato de la mamá de una de las víctimas
En el audio de la cámara de seguridad se escuchan los gritos de su hijo y los agresores exigiéndole más y más. Pese a que la víctima les dijo que ya les había entregado todo siguieron golpeándolo.
“No hubo resistencia porque el consejo es que entreguen todo, la vida vale más que lo material. No sé qué más querían”, expresó angustiada la mamá. El celular que le robaron lo compró el día anterior gracias al trabajo que había conseguido hacía 10 días.
Al parecer, unas chicas fueron testigos de la emboscada y habrían identificado a los agresores porque estaban en la misma fiesta a la que habían asistido. “Estos robos pirañas son comunes lamentablemente, no se puede más. Este barrio era tranquilo y ya no hay barrios tranquilos, no hay paz en ningún lado”, dijo angustiada Liz.