La localidad de Quimilí, en la zona este de Santiago del Estero, pide justicia por Leonel Bustos Ruiz, un chico de 17 años que fue murió luego de que lo chocaran en plena picada de camionetas.
El 28 de abril a la madrugada, el joven circulaba en su moto Honda Wave cuando fue víctima de la imprudencia al volante. Dos camionetas 4x4 empezaron a correr una picada y varias cuadras después una de ellas impactó de lleno contra Bustos Ruiz, que murió a los pocos minutos.
La Hilux negra era conducida por un adolescente de solo 16 años. En un primer momento, y durante un par de semanas, todos creyeron que quien manejaba era un mayor de edad que fue hasta la comisaría y se hizo cargo del choque.
Ese hombre de 42 años era el padre del responsable verdadero. En un intento de encubrir a su hijo, se inculpó a sí mismo. Sin embargo, la coartada no duró mucho ya que al momento de la declaración se quebró y contó la verdad.
“De madrugada, mi hijo llegó a casa shockeado y me dijo que había chocado a alguien”, confesó ante la fiscal Silvia Jaime, quien investiga el caso. En otro tramo de su testimonio, aseguró que su hijo le sacó la camioneta 4×4 sin su permiso.
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Ante la reveladora declaración, la fiscal ordenó la detención del menor de 16 años y lo imputó por el delito de homicidio simple con dolo eventual. Al acusado no se le pudieron realizar los exámenes toxicológicos, algo clave para saber si conducía alcoholizado.
El padre del presunto autor también quedó imputado, en su caso por encubrimiento. El tercer implicado en la causa es un joven de 18 años que conducía la otra camioneta blanca durante la picada que terminó en tragedia.