“Estoy convencida de que voy a tener justicia porque la verdad es una y es mía”, afirmó la joven de 25 años que hace dos meses y medio denunció por abuso sexual a cuatro ex jugadores de Vélez Sarsfield por un episodio en un hotel de Tucumán.
El club de Liniers ya cortaron los contratos de Sebastián Sosa, Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín. Todos están imputados por distintos delitos. Los últimos tres cumplen con prisión preventiva en la provincia del norte del país, mientras que el arquero quedó en libertad porque las autoridades aceptaron la fianza que presentó su defensa.
La chica habló por primera vez en una entrevista exclusiva con TN y brindó un crudo relato sobre lo que sucedió aquella madrugada del 3 de marzo tras el partido entre el Fortín y Atlético Tucumán. Todo comenzó en el estadio y continuó, por el contacto de Sosa, en un hotel céntrico de la ciudad.
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Ella le aclaró al arquero uruguayo que iría al encuentro si no se desubicaban sus compañeros. También se inventó un novio para que no pensaran que estaba soltera. Llegó al Hilton pasada la medianoche, donde se encontró con Sosa. Luego se sumaron Osorio, Cufré y Florentín.
Bebieron cervezas y fernet de un termo. La joven no tiene dudas que ese termo tenía alguna sustancia química. Con el correr de los minutos, empezó a sentirse mal. Le pidió ayuda al arquero, que era su contacto inicial, pero él ya estaba dormido, o eso parecía.
Lo que siguió fue el calvario de una violación grupal de los otros tres futbolistas. En la entrevista aseguró que Cufré la tomó de los pelos y la obligó a practicarle sexo oral mientras Florentín la violaba por detrás.
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“Después de que me violaran, Florentín y Cufré se vistieron y se fueron a jugar al casino. Quedé tirada en la cama sin entender bien qué estaba pasando. Comencé a sangrar. Como pude me arrastré al baño para limpiarme. Regresé y me volví a tirar porque seguía mareada y no encontraba mi ropa”, detalló.
Y siguió: “Allí advertí que Sosa seguía o parecía estar dormido y Osorio jugaba la play como si nada hubiera pasado. Empiezo a reprocharle lo que me habían hecho sus amigos y cómo no intercedió para evitar que me violaran. De repente, cuando pensé que lo peor ya había pasado, Osorio saltó de una cama a la otra y comenzó a violarme él también”.
Entre mareos y sin saber qué había pasado, horas después logró salir de la habitación. Tres días después realizó la denuncia en la Justicia. Ya se presentó ocho veces para relatar la pesadilla, mientras se esperan definiciones respecto a la situación de cada uno de los denunciados.
La joven periodista tiene miedo de lo que sigue. “Por momentos tengo una angustia que no la puedo frenar. Me asusta mi futuro”, comentó a TN.
“¿Cómo sigo? ¿Me voy a poder reincorporar a mi trabajo de periodista deportiva? ¿Qué jugador va a confiar en mí? ¿Cómo me saco el estigma de que yo fui la p*** que fue a acostarse con los jugadores de Vélez”, son las preguntas que resuenan en su cabeza.
Aunque confía en la Justicia, le preocupan los comentarios en su contra: “Es muy doloroso ver los comentarios contra quien se anima a denunciar. Las mujeres cuestionan a las mujeres cuando nos están matando cada 24 horas. No hay empatía de género”.
“No existe un manual de cómo tiene que actuar una víctima. La gente entiende que una abusada tiene que aparecer golpeada y con la ropa arrancada. Y eso no es verdad”, cerró.