El centro de Córdoba fue blanco de una banda delictiva integrada por menores de entre 6 y 15 años. Los niños, encabezados por dos adolescentes, utilizaron bengalas para robar en varios locales entre los que hay un kiosco, un autoservicio y una lencería.
De acuerdo a los testimonios de los dueños y empleados de cada comercio, los chicos entraron con una bengala encendida y la arrojaron dentro. El objetivo era persuadir a las víctimas con el humo y así poder llevarse lo que estuviera a su paso.
+ VIDEO: así robaron en locales del centro de Córdoba:
Mari, una de las empleadas del kiosco de calle Rosario de Santa Fe al 700, contó en Noticiero Doce que los niños arrojaron la pirotecnia debajo de una heladera y se robaron mayonesas y frascos de Nutella.
“Es novedoso, hace años que trabajo en este rubro y nunca hemos tenido esto. Sí han ingresado entre varios pero esto asusta porque no sabés qué puede pasar”, aseguró y comentó que su compañera “actuó rápido”. Sin embargo, lamentó que al tratarse de menores pueden tener riesgos de ser denunciados.
La mujer confesó que le dio tristeza la situación porque en el horario que ocurrió el hecho los pequeños delincuentes deberían “estar haciendo tarea o dentro de un colegio”. “Habría que ver cómo se pueden modificar algunas cuestiones en la Justicia y que los menores entiendan que ese no es el camino. Uno puede ser pobre y vivir en lugares de escasos recursos pero hay valores que se tienen que inculcar”, concluyó.
Una misma tarde, más robos con bengalas
Tan solo minutos antes de ingresar al kiosco, la banda de menores le robó el celular a una mujer que tiene un local de moldes de ropa en la calle Entre Ríos. Según contó en Noticiero Doce, ingresaron con la misma modalidad que al kiosco: tiraron la bengala y la abordaron entre varios. Cuando los echó, una de las adolescentes de 15 le robó el celular.
“Fui a hacer la denuncia pero aún no recuperé el celular”, comentó y aseguró que “verlos tan chiquitos haciendo tanto daño da bronca”.
Después de los dos robos relatados, los nenes encabezados por las adolescentes de 14 y 15 años fueron a un autoservicio e hicieron por tercera vez lo mismo. Arrojaron la bengala debajo de una góndola y dos trabajadores los sacaron a tiempo.
Cristian, uno de los empleados, relató que “el humo amarillo te cerraba la garganta”. “La intención era manotear cosas y huir, el humo avanzó por todos lados”, aseguró y lamentó: “De algún lado lo aprendieron porque eran todos niños”.
Detención
Mientras trataban de huir en dirección a barrio Yapeyú, la Policía detuvo a las dos adolescentes que lideraban el grupo. Los otros menores pudieron escapar a tiempo.
Las niñas tenían cuatro bengalas escondidas entre las camperas, paquetes de galletas, mayonesas, caramelos, medias, ropa interior, velas y hasta chips de celulares.