Mediante violentos asaltos callejeros o utilizando inhibidores de alarmas, robaban autos en Córdoba y luego los vendían en Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán y San Juan. Así operaba una banda que este jueves fue desbaratada después de dos años de investigación que lleva adelante el fiscal Rubén Caro.
La llamada “Operación Hidra” se desplegó en la capital provincial, Cosquín y Bialet Massé con más de 600 efectivos de la Policía, Gendarmería Nacional, FPA y el Duar, entre otras fuerzas. Es fiscalizado por el ministro de Seguridad de Córdoba Juan Pablo Quinteros y el jefe de Policía comisario general Leonardo Gutiérrez.
Fuentes policiales indicaron que hasta el momento hay más de 20 personas detenidas que pertenecen a esta peligrosa organización. Sin embargo, podrían sumarse varias más en las próximas horas.
+ MIRÁ MÁS: Tragedia en Circunvalación: el conductor no iba borracho y piden por un testigo clave
La banda operaba en Córdoba con la modalidad consiste en el “levantamiento” de vehículos, especialmente camionetas y autos de media y alta gama, que después eran trasladados a Santiago del Estero con documentaciones apócrifas para su posterior venta en Catamarca, Tucumán y San Juan.
También comercializaban autopartes robadas que se enviaban en encomiendas a Catamarca. La tarea era aparentemente desarrollada por un hombre que registra prisión domiciliaria condenado por una causa de asociación ilícita.
En allanamientos simultáneos, los agentes secuestraron armas de fuego, más de un millón de pesos, teléfonos celulares, automóviles, estupefacientes, armas blancas, autopartes y chapas patentes adulteradas.
Cómo esquivaban a la Policía
Los delincuentes viajaban de a dos en los autos robados para evitar controles en las rutas y así llegar a las provincias del norte del país. Delante de ellos siempre iba otro integrante de la banda, en un vehículo con papeles en regla, que hacía de “campana” avisando la presencia de policías en los caminos.