Cinco delincuentes, dos de ellos menores de edad, ingresaron a un edificio de barrio San Vicente durante la madrugada del jueves. El robo piraña tuvo un llamativo modus operandi: usaron mandarinas.
Pasadas las seis de la mañana, los delincuentes irrumpieron en un complejo de calle Agustín Garzón al 1668. Los sujetos ingresaron por la puerta principal y los menores se encargaron de trabar el acceso con las frutas para no quedar encerrados. Minutos después se dieron a la fuga.
“Ingresaron directamente a la torre número 2 y se quedaron dentro del ascensor un rato. Le pegaron una patada a la puerta del vecino que está justo al lado del ascensor. Pero no lograron llevarse nada”, relató una vecina al medio barrial Vivir en San Vicente.
El resto de los dueños e inquilinos de los departamentos expresaron su enojo ante la situación. También admitieron que se sienten vulnerables a que este tipo de hechos de inseguridad se sigan repitiendo.