El pasado 17 de mayo tuvo lugar un nuevo y polémico ritual de iniciación en el Ejército de Córdoba. Al menos 20 soldados sufrieron múltiples quemaduras en distintas partes de su cuerpo luego de un “bautismo” con cal viva en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo.
Este jueves el fiscal federal Carlos María Casas Nóblega dispuso imputar a tres militares del Tercer Cuerpo del Ejército de Córdoba. Se trata del teniente coronel Exequiel Poma, el mayor Eduardo Paván y el cabo 1° Mario Ortega. Todos están acusados por los delitos de “abuso de autoridad militar” y “lesiones leves”.
Ortega es el instructor que le arrojó la cal viva en la cara a los soldados voluntarios que terminaron con daños en su piel, mucosas y vías aéreas, entre otras lesiones. En tanto Poma es el máximo responsable del cuartel y Paván el titular del mismo.
Futuras imputaciones
Según anticiparon desde la Fiscalía, a Paván le sumarán otros dos hechos posteriores. Uno es maniobras para evitar la divulgación de lo ocurrido, ilícito al que se le atribuyen los cargos de “abuso de autoridad militar” y “falsedad ideológica”.
El otro delito del que se lo acusa es de influir en los soldados voluntarios para que declaren lo que él y un abogado del Ejército (no identificado) deseaban. En este último caso el encuadre legal es “abuso de autoridad militar” y “coacción”.