Periodistas Argentinas presentaron 19 denuncias contra Pedro Brieger por acoso sexual. A partir de testimonios sobre casos durante 30 años, el colectivo expuso en el Senado el informe “La cultura del acoso: punto y aparte”.
“El caso en cuestión tiene nombre y apellido, pero se puede ver reflejado en otras historias. El caso se llama Pedro Brieger y vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo”, introdujo Nancy Pazos.
En la exposición, las trabajadoras de prensa remarcaron que la búsqueda es “una transformación más que un castigo” y que el desafío es ver “cómo hacer justicia para estos casos”.
“En Argentina existen leyes para penalizar el acoso callejero, pero no para aquellos agravios que se producen en el ámbito laboral y académico: esa es la gran deuda que este informe pretende saldar y por eso mismo proponemos que se legisle específicamente este tipo de conductas abusivas”, manifestó el colectivo feminista.
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La denuncia pública contra Brieger se “encarna en una persona” pero “también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar”, alertaron las trabajadoras de prensa.
La primera denunciante pública del periodista de 68 años fue Agustina Kämpfer, quien expresó al tomar el micrófono: “Era nuestro profesor, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador. Los acosos sucedieron a lo largo de 30 años, sabemos que no somos las únicas, hay más. Nosotras renunciamos a nuestras tesis, a nuestros trabajos, dejamos coberturas para no verlo, mientras que él viajó por el mundo entrevistando líderes.
Después de la introducción, realizaron un recorrido con crudos testimonios de víctimas, algunas de la década del ‘90 y otras más cercanas en el tiempo. Destacaron hechos en el ámbito académico, porque Brieger era profesor, en el laboral y también fuera del profesional.
La investigación detectó conductas reiterativas por parte de Brieger, como situaciones de exhibicionismo sin consentimiento de sus genitales o directamente masturbación. También eran repetidas las conversaciones de contenido sexual explícito por handy o teléfono en contexto laboral.
Al mismo tiempo, señalaron que el agresor planificaba o aprovechaba situaciones en las que mujeres no podían pedir ayuda: en habitaciones, ascensores, pasillos o salas de control.
Las periodistas exigieron que Brieger pida disculpas públicas, además de medidas reparatorias que garanticen la erradicación de estas conductas abusivas: “En aquellos medios donde se produjeron los hechos, necesitamos espacios para campañas de prevención y erradicación del acoso”.
La trama difundida por Periodistas Argentinas causó gran indignación en las redes sociales, donde muchos colegas repudiaron a Brieger y apoyaron a las trabajadoras que lo denunciaron.