Sergio Keller tiene 53 es empresario agropecuario y fue diagnosticado el 2 de junio de 2023 con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). El cordobés que vive en Jesús María junto a su familia tuvo varios síntomas de debilidad y perdió una gran cantidad de masa muscular lo que derivó en varias consultas médicas y múltiples estudios. En Seguimos en El Doce contó cómo afrontó la enfermedad para concientizar a todos.
La patología que tiene Sergio es poco frecuente. En Argentina se hizo conocida por el testimonio del exsenador nacional y exministro Esteban Bullrich. El ex funcionario creó la fundación que convoca mediante la plataforma RegistrELA a voluntarios para investigación y ensayos clínicos a fines de descubrir la cura para este tipo de cuadros.
La entidad también brinda ayuda a pacientes con ELA para mejorarles la calidad de vida ya que estos pacientes necesitan además de medicación, muchos dispositivos y artefactos para seguir llevando adelante su vida diaria. Soledad, la esposa de Sergio forma parte de la entidad y logró tramitar uno de los aparatos llamado Tobis que le permite al cordobés seguir trabajando desde su casa sin asistencia de terceros.
“A esta enfermedad llegué por descarte”, afirmó el paciente acompañado por su familia en Jesús María. Su esposa contó que le hicieron muchos estudios hasta llegar a una electromiografía que reflejó una debilidad en la motoneurona inferior. “Yo me podía mover pero sentía fatiga muscular y debilidad. Se lo atribuí a que después del Covid tuve varios problemas gástricos. No nos imaginábamos nunca esto”, reconoció.
Sergio jugó en la Liga Nacional de Básquet hasta sus 30 años y luego practicó varios deportes por hobby. Su espíritu atlético lo acompañó hasta el día que su cuerpo dijo basta, explicó. “Sentí una gran debilidad y en un movimiento sin darme cuenta me encontré tirado en el suelo con la cabeza partida. Ahí nos dimos cuenta que estábamos jodidos”, recordó.
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“Fue empezar a aceptar algo que no sabíamos cómo iba a ser, a superar las angustias, las frustraciones, a empezar a vivir un proceso. Tu cuerpo te abandona y te sentís atrapado. Después de tocar fondo tenía dos opciones: quedarme tirado en la cama o seguir adelante. Con el amor de mi familia, mis amigos y el apoyo de la empresa que me dio la responsabilidad de seguir apostando al trabajo y un equipo interdisciplinario que aparte de lo profesional es amoroso. El amor no se puede explicar pero es lo que te lleva adelante”, destacó.
Rodeado por dos de sus hijas, indicó que “la enfermedad es crónica, progresiva y diferente en cada paciente”. Y agregó: “Todavía no tiene cura pero entendemos que la cura está, hay que seguir investigando. Queremos que esto se haga visible, concientizar por que hay mucha gente que necesita ayuda y no tiene recursos. Que nos ayudemos entre todos”.
“Todo lo que se puede hacer antes a nivel médico va a busca relentecer por que vas en una carrera y no sabés el tiempo. Yo en este momento estoy estabilizado pero no sabemos hasta cuándo y ojalá sea por muchos años y en ese tiempo lleguemos a la cura que es lo que todos queremos”, reflexionó.
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