Pese a que la inflación está en baja desde hace varios meses, no se refleja en la realidad de los argentinos. Llegar a fin de mes o reunir el dinero para cubrir las necesidades básicas cuesta cada vez más.
Noticiero Doce mostró el testimonio de seis cordobeses que atraviesan situaciones críticas. Algunos de ellos viven en la calle, otros son limpiavidrios y hay quienes tienen trabajo pero tampoco les alcanza.
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“En una semana buena hacés entre 80 y 90 mil pesos, en una mala hacés entre 30 y 40 mil pesos. Se puede comer pero no tan bien”, explicó Walter, un hombre que junta basura y la vende. Según dijo, con el dinero de una jornada hace una comida “que dure hasta la noche”. “Hacés una salsa grande con fideos, algo para que rinda”, comentó y aseguró que para pollo o asado “no alcanza”.
Maxi Oviedo tiene un trabajo a la vuelta de su casa por el que gana 12 mil pesos diarios. Sin embargo, no le alcanza para vivir y va al basural a buscar elementos que pueda vender. “Plaquetas de tele, latas de aluminio y cable, todo esto te lo compran”, enumeró y afirmó que con eso junta dinero “al menos para el pan”.
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“Esta dura la mano, no te podés comprar ni un kilo de pollo, la última vez que comí carne fue cuando me mordí la lengua, te soy sincero”, dijo con ironía y resignación. El trabajador comentó que solo le alcanza para comer pollo o lo reemplaza por lentejas.
Oviedo contó que son siete personas en su casa y que con el dinero del trabajo más lo que junta de las cosas que vende pueden “comer bien a la noche”. “Un guiso, una sopa, un arroz hervido con pollo o mates”, enumeró sobre las comidas y aseguró que para solo una cena gastan entre 4 mil y 5 mil pesos.
“Trato de rebuscármela tratando de hacer el bien, siempre con la cabeza en alto”, expresó el hombre que también comentó que “laburo hay”.
Roberto es jardinero y hace limpiezas de terrenos o casas. “Hace 15 años que laburo acá de lo mismo pero no rinde casi nada la plata”, afirmó el anciano y comentó que por algunos trabajos a veces recibe alimentos a cambio. “Antes si me daban trabajo pero ahora la situación es difícil”, cerró.
Limpiavidrios
Lucas Murua y Nahuel Castro son dos limpiavidrios de Córdoba que están todos los días en la esquina de Colón y Sagrada Familia. Ambos coincidieron en que juntan entre 7 mil y 8 mil pesos por día.
Murúa es papá de un niño y aseguró que el dinero es “para la comida”. “No alcanza para nada pero hay que lucharla día a día, hay que tratar de salir adelante”, sostuvo y comentó que sus comidas son “de la calle”. “Comida de la basura, lo que encontramos, lo que la gente nos da”, explicó.
En tanto, Castro aseguró que comen “cuatro veces al día” pero aclaró: “No podemos darnos el gusto de comprar una buena campera, un buen pantalón o llevar a mi hijo al cine”.
Además de ser limpiavidrios, el limpiavidrios tiene una fábrica de sándwiches con los que gana 100 mil pesos al mes. “Estoy por debajo de la indigencia porque ni siquiera gano la mitad”, lamentó.
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La realidad de Gisela es similar a la de los demás cordobeses. Es vendedora en las canchas y para juntar más dinero hace cosas dulces desde su casa. Tiene cuatro hijos que son los que la impulsan a “salir adelante”. “Por ahí me dan ganas de rendirme pero miro atrás mío y vienen mis cuatro hijos entonces trato de meterle para adelante”, expresó.
La mujer vive con su marido y los nenes en la casa de su hermana. “Sustentamos los gastos con lo que hay, antes podíamos comer bien con 2 mil pesos y ahora no se puede comprar ni un kilo de pan”, se indignó.
Por último, la vendedora explicó que almuerzan al mediodía “porque los niños piden”. Sino solo cenan porque no les alcanza el dinero para ambos platos. “En la semana hay que tener 100 mil pesos para comer. Yo tomo mate y así pasa el día. No me muero de hambre, ellos tienen su plato, yo lo puedo pasar. Ya lo pasé de chica y no quiero que ellos también lo vivan”, concluyó.