Para la fiscalía a cargo de José Mana el femicidio de Catalina Gutiérrez (21) está resuelto. El único apuntado es Néstor Soto, quien permanece imputado por homicidio simple y en las próximas horas quedará alojado en la cárcel de Bouwer.
Los investigadores recolectaron en las últimas horas suficientes pruebas contra el oriundo de Bariloche, de 21 años. Entienden que actuó solo por lo que se desvanece casi por completo la hipótesis de otros implicados.
Noticiero Doce accedió en exclusiva a un video que muestra el Renault Clio en el trayecto entre la casa de Soto y el lugar donde minutos después hallaron muerta a Catalina.
La cámara captó al vehículo sobre avenida Valparaíso, en el cruce con la calle José Guardado. Eran las 22.20 de la noche del miércoles cuando el asesino pasó por ese lugar, con la joven en el asiento trasero. Falta establecer si ya se encontraba sin vida o en estado de inconsciencia.
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De acuerdo al repaso de la fiscalía, Catalina llegó a la casa de su amigo alrededor de las 21.30. Casi una hora después, el auto quedó abandonado en la calle Pedro Echagüe al 3900, en barrio Ampliación Kennedy.
El resultado preliminar de la autopsia determinó que la chica de 21 años murió por asfixia por estrangulamiento. También había signos de violencia en distintas partes de su cuerpo.
Por el momento Soto continúa acusado de homicidio simple. El fiscal Mana analiza aplicar el agravante de violencia de género. Si esto ocurre y es condenado por femicidio, la única pena posible es la de prisión perpetua.
Pruebas contundentes
Las pericias ordenadas por Mana comenzaron apenas ocurrió el femicidio. La situación de Soto fue complicándose con el correr de las horas y las actuaciones de los investigadores.
El asesino abandonó el Clio, volvió a su casa y luego se dirigió a la comisaría para declarar, al igual que otros amigos de la víctima. Allí se desentendió del hecho y otra vez regresó a su hogar.
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Las tareas de inteligencia tecnológica arrojaron que Catalina había estado con su amigo de la facultad esa misma noche. Entonces, policías irrumpieron en la casa de la calle Podestá Costa, en barrio Jardín, y volvieron a interrogar a quien en ese momento era el principal sospechoso.
Allí, acorralado por los agentes, Soto se quebró y confesó que la mató. Entre las revelaciones, admitió que estaba obsesionado con Catalina porque “era el amor de su vida”.
El horror, en la casa
Resta conocer de qué manera Soto asesinó a su amiga, aunque se intuye que por su fuerza física.
Se supo que el barilochense practica calistenia, un entrenamiento técnico completo con ejercicios que se realizan con el propio peso corporal. También tiene conocimientos de artes marciales. Incluso recién volvía de entrenar cuando se encontró con la influencer. Estos datos pueden ser claves para saber si los golpes fueron mortales.
En la casa de Soto, donde ambos discutieron y él la golpeó, los peritos encontraron un anillo que habría perdido Catalina cuando intentó defenderse de las agresiones.
También apareció pelo que sería de la víctima en algunos sectores del domicilio. Por último, un lavarropas andando: sospechan que el femicida estaba lavando las prendas que tenía puestas cuando cometió el crimen.