En vísperas del Día de la Infancias, que se celebrará en Argentina el próximo domingo 18 de agosto, muchas familias optan por comprar juegos y juguetes para agasajar a los más pequeños.
Como ocurre cada año, desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtieron sobre la importancia de elegir elementos seguros para los más chicos. Es por eso que resulta clave seguir algunos consejos básicos para seleccionar un juguete que sea el adecuado y garantice un juego seguro.
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Las autoridades indicaron que alrededor del 90 por ciento de juguetes comercializados en la vía pública no cumple con las normas técnicas de seguridad, además de violar la ley de marcas y generar evasión fiscal.
Tanto la Cámara del Juguete como el el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) promueven la concientización a la hora de adquirir juguetes que garanticen seguridad.
A continuación, algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de escoger un juego o juguete para los niños:
- Buscar el sello de certificación: el juguete tenga el comprobante de la Secretaría de Comercio de la Nación, lo que indica que cumple con las normas de seguridad IRAM-MERCOSUR. En el envase debe haber una letra “S” negra dentro de dos círculos.
- Buscar los detalles de origen: el envase debe detallar los datos del fabricante para comprobar su calidad.
- Revisar los símbolos de advertencia: si el juguete es para un niño menor de tres años, verificar que no contenga piezas pequeñas u otras advertencias que indiquen que no es apto para esa edad.
- Asegurar que los materiales y energía sean seguros: que los materiales del juguete no sean tóxicos, que no presenten riesgos de quemaduras o lesiones, y que cualquier fuente de energía utilizada no supere los 24 voltios ni sea accesible para manipulación infantil.
- Elegir juguetes acordes a la edad del niño.
- Chequear si contienen pinturas, sustancias en polvo o partículas que pudieran aspirarse y pueden representar un peligro para los más chiquitos.
- Que no tenga partes cortantes o pequeñas que puedan comerse.
- Que no presente riesgo de inflamabilidad.
- Que no contengan los químicos ftalatos, prohibidos por su peligro.