Imputado por maltrato animal tras la golpiza que le propinó a una perra en un country de Villa Allende, Hermes Alejandro Moreyra rompió el silencio y se defendió públicamente por primera vez este jueves.
El falso veterinario de 49 años aseguró estar “arrepentido” por el hecho que causó escándalo en Córdoba a principios de mayo y evitó brindar detalles de la causa judicial. Sí dijo que desde la fiscalía “todavía” no lo llamaron.
En exclusiva con El Show del Lagarto, expresó: “Estoy quebrado, roto por dentro, me siento destrozado... no me pude recuperar más, cambió mi vida por completo, tuve que reiniciarla”.
Moreyra también confirmó que no es veterinario, tal como había trascendido desde el inicio. “Tenía a cargo veterinarias, siempre estuve vinculado a ellas, pero no soy veterinario”, señaló.
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Su versión de la golpiza y qué pasó con la perra
Si bien afirmó que “nada justifica” la golpiza a palos al animal, el hombre aclaró que “hay un contexto por detrás que la gente no conoce”.
Ratificó que junto a otra persona habían sido contratadas por el country San Isidro “para sacar a tres perros callejeros”. “Nos llamaron para sacar al animal, que nos atacó y quiso morderme”, explicó, aunque reiteró que no era un argumento.
Sobre el paradero de la perrita luego de la agresión, el falso veterinario fue contundente: “Les aseguro con el corazón que está viva, no tengan dudas. Yo la dejé en manos del country porque no tenía dueño... hasta yo me pregunto dónde está ahora el animal”. Y agregó: “Yo lo dejé con vida, de eso doy fe”.
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Los videos que se viralizaron hace más de tres meses muestran de manera clara el accionar de Moreyra: le pegó palazos al animal y luego lo cargó en una camioneta con ayuda de un guardia de seguridad del barrio privado.
“Amo los animales y tengo animales. Me causa dolor y angustia porque los animales eran parte de mi vida, eran parte de mi trabajo y de esto no hay vuelta atrás... lo que pueda decir no justifica nada. Es obvio que no me voy a dedicar más a las veterinarias”, indicó.
“Hago changas”
El imputado quedó en el centro de la polémica en las últimas horas a raíz de denuncias que apuntaban a que había vuelto a trabajar en una veterinaria.
Respecto a estas imágenes y audios que lo incriminarían, Moreyra manifestó que el video fue sacado de contexto: “Estaba buscando a una persona en la veterinaria de Agustín Nores, y el perrito que aparece dando vueltas es de ahí”.
“Solamente estoy changueando, tengo tres hijos y algo tengo que hacer, por eso me dedico a las changas. Vendí todas las cosas de veterinaria que tenía”, sentenció.