17 de diciembre de 2023. Víctor Hugo Quiroga (69) cumplía el primer día en su nuevo empleo. Estaba jubilado pero había vuelto a trabajar hacía un año porque no le alcanzaba la plata.
Como sereno de toda la vida lo acababan de trasladar a barrio Ecoparque Industrial, sobre la autovía ruta 19, en la ciudad de Córdoba. “Lo mandaron ahí porque iba a estar tranquilo”, reveló su familia.
Pero, sin haber completado su primera jornada laboral, fue asaltado de forma violenta por un grupo de ladrones armados y murió de un paro cardíaco provocado por el susto.
Un compañero lo encontró sin vida, atado de pies y manos, dentro de la garita de vigilancia del barrio. No presentaba golpes. Se supo que estaba medicado para tratar enfermedades cardíacas.
10 meses después, la Justicia de Córdoba condenó a 13 de cárcel a uno de los delincuentes que le causaron la muerte al jubilado. Fue a partir de un juicio abreviado que se celebró en el Juzgado de Control y Faltas número 5.
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Se trata de Carlos Yuthiel Peralta (20), quien resultó detenido seis días después del asalto en el marco de allanamientos en barrio Campo de la Ribera. En su primera declaración confesó su participación y reveló detalles del hecho. Además solicitó que se le brindara un tratamiento por el consumo problemático de drogas.
Finalmente Peralta recibió una pena de 13 años y cuatro meses de prisión por la muerte de Quiroga. Del juicio abreviado participaron la madre del acusado y la viuda del sereno fallecido.
El juez Carlos Lezcano consideró que “esta figura penal comprende no solo las muertes causadas culposamente, sino también aquellas muertes producidas por la violencia propia del robo y de sus secuelas en las que el óbito aparece como un resultado preterintencional y aún aquellas que sean compatibles con alguna de las formas de dolo admitidas por el homicidio simple”.