Ezequiel fue el primero en darse cuenta que algo había pasado con su novia, Catalina Gutiérrez (21), aquel miércoles 17 de julio. Dos horas después de sus sospechas, Néstor Soto (21) confesó que había asesinado a su compañera de Arquitectura.
Su declaración fue clave para determinar que el único detenido e imputado por el femicidio premeditó el crimen por celos y obsesión. A un día y medio de saber que su novia había muerto, el joven -también estudiante de Arquitectura- debió contar ante el fiscal José Mana lo que vivió ese día y todo lo que sabía del vínculo entre la víctima y el femicida.
De acuerdo a lo que reveló Noticiero Doce, Ezequiel y Catalina se conocieron por un amigo en común. Para ese entonces, Soto y la influencer ya eran “muy amigos”. “Se juntaban a comer”, expresó el joven aunque aseguró que desde que empezó su relación él “casi nunca” compartió momentos con el acusado.
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“Hablé con una amiga de Cata y ella me dijo que siempre fue una relación de amistad tóxica”, sostuvo Ezequiel. En ese sentido, relató una situación que protagonizó Catalina y le llamó la atención: “Néstor le quiso presentar a Cata a su familia que venía de Bariloche pero ella no pudo ir porque no tenía el auto de su mamá y él se enojó al punto de que cuando se la cruzó en la Facultad no la saludó a ella ni a su amiga”.
Enojos y celos
Ese no fue el único hecho que Ezequiel vio extraño en el vínculo de su novia y el detenido. Según contó ante el fiscal, un día en la Facultad Soto le pidió a Catalina “ir a un lugar a hablar solos”.
“A mí me pareció desubicado porque ya estábamos de novios”, se sinceró sobre la relación que se formalizó en febrero de 2024 y siguió: “Néstor le planteó que quería que se junten más, que se vean más seguido, como que estaba celoso”. Ese episodio sucedió entre abril y mayo, tan solo dos meses antes del femicidio.
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Incluso, el joven contó que otro día Catalina había quedado en juntarse con Soto a cenar pero cambió sus planes: salió con Ezequiel y se fue a dormir con él. De acuerdo al relato del chico, cuando el femicida se enteró comenzó a llenarla de mensajes agresivos para reclamarle que no se habían reunido.
Insultos y violencia
La fiscalía aseguró que Soto tenía “una posición celotípica para con Catalina, con actitudes controladoras y manipuladoras, tendientes a menoscabar su personalidad, haciendo que se sienta una mala persona, que debía prestarle más atención”.
Esa conclusión se desprendió de distintas pruebas y testimonios como el que aportó Ezequiel. Noticiero Doce mostró uno de los tantos chats que se encontraron en el celular de la víctima donde se leía que Soto la trataba de “ortiva, careta y falsa igual que todas”. Esos mensajes datan del 6 de julio, 11 días previos al femicidio.