Adriana Moralez es una de las 11 personas, entre los que hay funcionarios de la Provincia como el exministro de Salud Diego Cardozo, que se someterán a juicio por las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal, ocurridas entre marzo y junio de 2022. Se espera que el proceso oral y público comience recién a principios de 2025.
A la espera de una definición, la médica que trabajaba en el hospital desde 1998 rompió el silencio e intentó defenderse de las acusaciones en su contra. Cabe recordar que se encuentra imputada por encubrimiento y omisión de deberes de funcionaria pública.
“Mi tarea no era asistencial, yo no estaba mientras ocurrían los hechos sino que mi tarea era un análisis retrospectivo con documentos e informes de enfermería y relatos de los médicos cuando ocurría una muerte u otra cosa”, aclaró a Arriba Córdoba.
+ MIRÁ MÁS: La defensa de Brenda Agüero insistió en la inocencia y exigió el juicio “urgente”
Como médica neonatóloga, su rol en el centro de salud era en el comité de seguridad del paciente y de mortalidad, en tareas de investigación y de capacitación. Ella se enteró de cada una de las muertes que se fueron sucediendo hasta que estalló el escándalo en agosto de 2022, con la confirmación de una investigación a cargo del fiscal Raúl Garzón.
Moralez confesó que comenzó a sospechar de muertes intencionales en junio, cuando volvió de vacaciones. “Yo llegué el 6 de junio y una compañera me cuenta que en esas dos semanas había fallecido otro bebé y que otro estaba muy grave y parecía que no iba a sobrevivir”, comentó.
+ VIDEO: Arriba Córdoba mano a mano con una de las médicas imputadas:
La doctora, ahora jubilada, remarcó una y otra vez que hizo “todo lo que estaba al alcance” y no puso en duda su accionar cuando empezó a enterarse de los extraños acontecimientos dentro del hospital: “De cada evento que me enteraba, había una acción desde lo personal. Pedí que investigaran qué estaba pasando porque yo hasta ahí llegué... no sabía qué estaba pasando”.
Reconoció que no sabe ni nunca supo quiénes fueron los responsables directos de las muertes. Y confirmó lo que la causa logró establecer: eran recién nacidos sanos que murieron de manera intencional por sustancias exógenas.
La médica contó que conoció y habló con Brenda Agüero el 6 de junio, el día que regresó al hospital tras dos semanas de vacaciones. “Nunca pensé que el problema estaba en la sala donde ella estaba trabajando, siempre investigamos el lugar donde los bebés sí reciben medicación”, señaló.
Su defensa y un mensaje a las madres
Su abogado, Ezequiel Elettore, recordó que “quien accionó los mecanismos del hospital, respetando la estructura jerárquica, y motivó la primera denuncia” había sido su clienta.
Moralez, por su lado, dijo que vivió dos años “de martirio” y que salió a hablar ahora para que se conozca su versión. “Yo vengo en agonía desde hace muchos meses... yo no termino de entender la acusación por encubrimiento.
Por último, le dejó un mensaje a las familias de los bebés que murieron en el Neonatal. “Decirles que lo que pasó en el hospital fue algo descabellado, impensado e irreparable. Mi estado de salud está afectado por todo lo que está pasando pero también porque no se pudo evitar”, indicó.
Y cerró: “Desde el corazón lamento y acompaño lo que pasó porque no hay forma de reparar nada, pero quiero que sepan que si bien no se compara con perder a un bebé, yo también me siento una víctima de este infierno”.