La novedad en el aberrante caso de Aralí Vivas es que el fiscal Oscar Gieco dispuso agravar las imputaciones del padrastro de la nena y de su amigo, ambos acusados de matar a la niña de ocho años en Brinkmann.
Matías Ezequiel Simeone y Cristian Hernán Varela se encontraban imputados por homicidio simple y ahora son señalados como coautores del delito de homicidio calificado por el vínculo, por lo que podrían recibir la pena de prisión perpetua.
Cabe recordar que la madre de la víctima, Rocío Milagros Rauch, está imputada también como partícipe necesario de homicidio calificado por el vínculo, por comisión por omisión, por más que no se la vincule materialmente con el asesinato de la pequeña.
+ MIRÁ MÁS: El fiscal del caso Aralí le respondió a la Defensora de la Niñez y confirmó que tiene “respaldo total”
El cambio en la imputación se debe al análisis de llamadas telefónicas entre los tres acusados. Según la investigación, las llamadas entre los acusados se registraron antes y después del asesinato, ocurrido en la madrugada del sábado 2 de noviembre, entre la 1 y las 6 de la mañana aproximadamente, de acuerdo a La Voz de San Justo.
Asimismo, no se encontraron mensajes de WhatsApp ya que los teléfonos de los imputados, considerados antiguos, no contaban con esa aplicación. Además, se detectó que Simeone habría pedido prestado teléfonos en un bar cercano para realizar las llamadas.
El fiscal también se basó en testimonios de vecinos y familiares que mencionaron posibles abusos en la casa de calle Caseros en donde vivía la niña, así como la presencia frecuente de los acusados en el lugar.
En tanto, los tres imputados están detenidos en la cárcel de Bouwer y serán indagados el próximo viernes mediante videoconferencia. Al mismo tiempo, Gieco aguarda los resultados de las pericias forenses, que podrían confirmar si Aralí fue víctima de abuso sexual, lo que sumaría un agravante al caso.